Salsa bechamel light
Si te gusta comer de una manera saludable y controlando las calorías extras que hay escondidas en algunos platos, esta receta te va a encantar.
¿Por qué vas a dejar de disfrutar de esa deliciosa salsa bechamel? A continuación te enseñaré a hacer una rica bechamel restándole una buenas calorías a la receta "original".
La clave es hacer una bechamel light utilizando ingredientes más ligeros que los habituales.
Así se hace la bechamel light
2 RACIONES
Ingredientes
- 1 cucharada de maicena
- 300 ml leche desnatada
- 1/2 cebolla mediana
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- sal
- pimienta molida
- nuez moscada
Elaboración paso a paso
- En primer lugar, vierte la maicena en un bol y diluye en 150 ml de leche desnatada. Para que no queden grumos, ayúdate de una cuchara y remueve hasta que quede bien disuelta.
- A continuación, pon una sartén al fuego y añade una cucharada de aceite y sofríe la cebolla cortada en dados muy pequeños. Déjalo pochar hasta que la cebolla comience a adquirir un tono dorado. Una vez esté, incorpora los 150 ml de leche que habías reservado y deja que se caliente a fuego lento sin que llegue a hervir.
- En este punto es cuando tienes que verter la mezcla de maicena y leche que has elaborado y diluido al principio. Y ahora, llega el momento más laborioso pues tienes que estar removiendo la mezcla sin descanso a la vez que añades la sal, la pimienta y la nuez moscada.
- Tienes que dejar que la salsa llegue a ebullición para que coja consistencia. Sin embargo, no debes dejarla demasiado tiempo al fuego para que no espese demasiado pues tienes que tener presente que a medida que vaya enfriándose, la bechamel irá cogiendo más cuerpo.
- Si la bechamel te quedara con grumos, no dudes en batirla y volverla a calentar para conseguir esa textura cremosa que tanto te gusta.
Los usos de la bechamel son variados, puedes bañar unos huevos rellenos, hacer canelones, lasaña, sobre verduras como brócoli o coliflor, espinacas, pescados, etc.